La escuela El Rodonell de Corçà lleva casi veinte años funcionando en espacios separados, obligando a 125 alumnos y al personal docente a cruzar diariamente la carretera C-66, una vía por la que circulan cerca de 3.000 vehículos cada día. La fragmentación del centro y la antigüedad de las instalaciones han generado una situación que familias, alumnado y profesorado consideran insostenible y peligrosa.
Riesgos diarios por la fragmentación del centro
El alumnado de infantil asiste a clase en un edificio de unos 75 años de antigüedad, donde también se encuentra el comedor. Los estudiantes de ciclo medio y superior están en barracones instalados en 2007. Entre ambos espacios discurre la C-66, lo que obliga a realizar desplazamientos constantes a lo largo del día, tanto para asistir a clase como para acceder al comedor o a la sala polivalente, utilizada como pabellón de deportes y situada aún más lejos.
Las familias denuncian que esta organización obliga a cruzar la carretera varias veces al día, exponiendo a menores y personal a riesgos que no existen en otros centros educativos de Cataluña.
"Esta situación hace que familias, niños y maestros tengan que soportar riesgos e inconvenientes que no tienen otras escuelas de Cataluña" - Albert González, padre de un alumno de cuarto de primaria
Condiciones de las instalaciones y reclamaciones
El edificio principal presenta instalaciones obsoletas y el año pasado sufrió un incendio por problemas eléctricos. Los barracones, según los propios alumnos, son pequeños y están deteriorados. Además, la proximidad de la carretera provoca que los niños respiren el humo de los vehículos y sufran el ruido constante del tráfico.
"Los barracones son pequeños y están hechos polvo y respiramos todo el humo de los coches que pasan por la carretera" - Roure, alumno
La sala polivalente, utilizada para educación física, está alejada y el acceso implica pérdida de tiempo lectivo. Las familias también denuncian la peligrosidad de los desplazamientos durante la hora del comedor, ya que solo dos monitoras acompañan a un grupo numeroso de niños.
"A la hora del comedor es peligroso porque somos muchos niños y solo nos acompañan dos monitoras" - Telma, alumna de sexto
La convivencia entre los diferentes grupos de alumnos se ve limitada. Hay hermanos que solo pueden coincidir en los patios conjuntos que se organizan una vez al mes.
Reclamaciones históricas y respuesta institucional
Las demandas para construir una nueva escuela se remontan a 2006, cuando ya se hablaba de la necesidad de un centro único y seguro para todo el alumnado de Corçà. El Ayuntamiento seleccionó hace tiempo un terreno y ha presentado la documentación necesaria a la Generalitat.
El consistorio trabaja en este proyecto desde 2007 y mantiene la presión para que la Generalitat lo incluya en los próximos presupuestos.
"La situación del centro complica la enseñanza a los niños" - Raül Yruela, alcalde de Corçà
El Departament d'Educació reconoce la problemática y asegura que El Rodonell es uno de los centros considerados prioritarios en los servicios territoriales de Girona, a la espera de la aprobación de nuevas partidas presupuestarias.
La comunidad educativa de Corçà sigue a la espera de una solución definitiva que permita garantizar la seguridad y la calidad del entorno escolar para los 125 alumnos del municipio.