Datos personales en la escuela: una guía sencilla para no meter la pata

Cuando hablamos de protección de datos solemos pensar en grandes empresas, redes sociales o tiendas online. Pero ojo: los colegios e institutos también manejan muchísima información sensible. Desde las notas hasta informes médicos, pasando por fotos de excursiones o listas de actividades extraescolares. Todo eso son datos personales que hay que tratar con cuidado.

El documento de la Autoritat Catalana de Protecció de Dades lo deja clarísimo: los centros educativos no son una excepción, y tienen que aplicar las mismas reglas que cualquier otra institución. Vamos a verlo de forma sencilla.

¿Qué datos maneja una escuela?

Más de los que imaginas:

  • Datos básicos: nombre, dirección, teléfono.

  • Académicos: notas, informes, expedientes.

  • Sensibles: salud, necesidades especiales, incluso imágenes y voz.

Y no solo los alumnos: también las familias, el profesorado y el personal del centro.

Consentimiento: cuándo pedirlo y para qué

En general, hace falta consentimiento para usar datos más allá de lo estrictamente escolar. Por ejemplo:

  • Colgar fotos de una excursión en la web.

  • Usar imágenes de los alumnos en un cartel.

  • Compartir información con empresas que gestionan extraescolares.

El consentimiento debe ser claro, informado y siempre revocable. Si alguien cambia de idea, hay que respetarlo.

Publicar información: cuidado con la web del cole

Muchos centros cuelgan noticias, galerías de fotos o circulares en su web o blog. Está bien, pero hay límites:

  • Nada de publicar datos sensibles sin justificación.

  • Mejor evitar listas con nombres completos, direcciones o teléfonos.

  • Si se usan imágenes, avisar antes y dar opción a oponerse.

Recordemos: Internet no olvida, y una foto de un niño en una web puede acabar en lugares insospechados.

Derechos de las familias

Padres, madres y alumnos tienen derecho a:

  • Saber qué datos se guardan.

  • Pedir corrección si hay errores.

  • Solicitar la eliminación de información que ya no sea necesaria.

  • Oponerse a ciertos usos (por ejemplo, publicidad o cesión a terceros).

Estos son los famosos derechos ARCO, que en la práctica significan que las familias tienen el mando sobre la información de sus hijos.

Seguridad y responsabilidad

Los centros deben tener medidas claras:

  • Contraseñas para acceder a la información.

  • Copias de seguridad.

  • Protocolos en caso de pérdida o robo de datos.

  • Auditorías cada cierto tiempo.

Y sí, si no cumplen, pueden recibir sanciones.

Un breve resumen del artículo

Las escuelas son espacios de aprendizaje, pero también gestionan un volumen enorme de información personal. Tratar esos datos con cuidado no es un capricho legal, es una forma de proteger a los alumnos y sus familias.

En resumen: pedir consentimiento cuando toca, publicar solo lo justo, respetar los derechos de las personas y aplicar seguridad básica. Con eso, el colegio no solo cumple la ley, también da ejemplo a los alumnos de cómo comportarse en el mundo digital.