Protección de datos en Internet: consejos claros para adultos y padres

Vivimos conectados casi todo el tiempo: móviles, tablets, ordenadores, relojes inteligentes… todo está siempre “online”. Y con eso viene un riesgo que muchos pasan por alto: la privacidad en Internet. Cada foto que subes, cada mensaje que envías, cada “me gusta” que das, está dejando huella.

Para un adulto, puede parecer algo técnico o lejano, pero las decisiones que tomas hoy (qué datos compartes, con quién, cómo) pueden afectar tu seguridad, tu reputación o incluso tus derechos. Y si tienes hijos menores, esa responsabilidad se amplía: estás guiándoles en un mundo que tú ya viviste sin tanta exposición.

En España (y en todo Europa) contamos con leyes como la Ley Orgánica de Protección de Datos y garantía de los derechos digitales (LOPD-GDD), alineada al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que buscan protegerte frente a abusos del manejo de datos. Pero la ley es solo un respaldo; el verdadero control lo tienes tú con buenas prácticas.

A lo largo de este artículo vamos a ver cómo moverse más seguro en redes sociales, configurar contraseñas fuertes, limitar el tiempo en línea (para ti y para tus hijos), comprar online con cabeza, y muchas cosas más. Al final tendrás recomendaciones prácticas para aplicar ya.

Redes sociales (Facebook, X, Instagram, chats, descargas)

Redes sociales y apps de mensajería son de los mayores focos de exposición. Aquí van consejos según si eres adulto o padre/madre:

Para adultos

  • Activa al máximo los controles de privacidad: que tus publicaciones no sean visibles para “todos” sino solo para amigos cercanos.
  • No descargues aplicaciones de dudosa procedencia o que te pidan permisos excesivos (acceso a cámara, micrófono, contactos, localización).
  • Cuida lo que compartes: datos personales, localización, fotos íntimas. Una vez subidas, escaparte es casi imposible.
  • En mensajería (WhatsApp, Telegram, Signal, etc.), revisa si tu conversación está cifrada de extremo a extremo.
  • Antes de hacer clic en links que recibes por privado (incluso de amigos), para un momento: puede ser phishing.
  • Ten especial cuidado con los añadidos tipo “quiz”, “test divertido” o apps que prometen datos curiosos; muchas veces son puertas para obtener tus datos.

Para padres con hijos menores

  • Conversa con tus hijos sobre lo que pueden y no pueden compartir. Explícales que no todo lo que ven en Instagram o TikTok es seguro.
  • Establece reglas de uso: cuántas horas al día, qué tipo de contenidos, con quién pueden chatear.
  • Usa controles parentales cuando la plataforma lo permita (YouTube Kids, modo restringido, aplicaciones de supervisión).
  • Revisa periódicamente los perfiles de tus hijos (qué públicos tienen, qué amigos tienen agregados).
  • Enseña a no aceptar solicitudes de amistad de desconocidos ni compartir datos personales con alguien que solo han conocido online.

Según la Agencia Española de Protección de Datos, hay materiales que explican paso a paso cómo configurar privacidad en redes sociales y navegadores.

Consejos sobre contraseñas seguras

Este es un clásico, pero sigue siendo esencial. Una contraseña débil es como dejar la puerta de casa abierta con cerrojo.

Qué hacer (adultos y padres):

  • Usa contraseñas largas (mínimo 12 caracteres) que combinen mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Evita fechas de nacimiento, nombres comunes, “123456” y cosas parecidas.
  • Usa una contraseña distinta para cada cuenta. Sí, puede ser un lío, pero ahí entran los gestores de contraseñas (LastPass, Bitwarden, 1Password…).
  • Activa la autenticación de dos factores (2FA) siempre que sea posible. Es una capa extra que puede impedir que entren aunque tu contraseña se filtre.
  • Cambia contraseñas periódicamente, especialmente si sabes o sospechas que alguna base de datos ha sido pirateada.
  • No compartas contraseñas por mensajes ni correos electrónicos. Si necesitas compartir acceso, hazlo temporalmente y cámbiala luego.

De acuerdo con INCIBE (organismo español de seguridad digital), el uso de contraseñas fuertes + 2FA son dos de las medidas más recomendadas para proteger tu privacidad online.

Control del tiempo conectado a Internet

Si pasas horas y horas pegado a la pantalla, no solo pierdes tiempo, también puedes exponer tus datos más. Para evitarlo:

  • Establece horarios “libres de pantalla”: por ejemplo, nada de redes sociales durante la cena o una hora antes de dormir.
  • Usa apps que controlen tu tiempo de uso (Apple Screen Time, Google Bienestar Digital, etc.).
  • Para los niños, define límites concretos: máximo de horas al día, descanso, horarios sin uso.
  • Aprovecha ese tiempo libre para actividades desconectadas: leer, caminar, hacer deporte.
  • Revisa contigo en familia qué actividades digitales están funcionando bien y cuáles no (qué apps generan ansiedad, distracción).

Este control no es solo salud mental: reduce las probabilidades de que pases horas navegando por sites riesgosos, pinches links extraños o te relajes tanto que no prestes atención a lo que compartes.

Riesgo de adicción a Internet

La adicción digital no es solo exagerar; puede tener consecuencias reales: ansiedad, aislamiento, problemas de sueño, deterioro de relaciones, pérdida de productividad.

  • Para adultos: si notas que no puedes dejar el móvil, que lo consultas a cada rato, que te estresa no estar conectado, puede haber algo ahí.
  • Para niños y adolescentes: cuidado con apps diseñadas para enganchar: feeds infinitos, notificaciones constantes.
  • Pon pausas activas: cada 45–60 minutos, levántate, haz algo físico o mental distinto.
  • Fija momentos “off-line” claros (una tarde sin Internet, fines de semana con desconexión parcial).
  • Busca actividades alternativas que generen bienestar sin pantalla: deporte, música, arte, lectura.

Un dato: según declaraciones recientes de la AEPD, se está alertando de que el consumo digital excesivo podría ser considerado un problema de salud pública, comparable o incluso “peor que el alcohol o el tabaco” en algunos casos.

Estar solo o acompañado (uso personal vs grupal)

En uso personal

  • Cierra sesión cuando termines de usar una app o servicio, especialmente en dispositivos públicos o compartidos.
  • No dejes abierta una sesión simultánea en varios dispositivos si no lo necesitas.
  • Asegura tu red privada: el WiFi de casa con contraseña fuerte y red de invitados separada.

Uso grupal (familia, amigos, espacios compartidos)

  • En dispositivos comunes, que cada uno tenga perfil propio (con bloqueo).
  • Si prestas un equipo (tablet, portátil), desactiva acceso automático a tus cuentas personales.
  • Cuando haces videollamadas o compartes pantalla, revisa que no tienes ventanas abiertas con datos sensibles.
  • Si tu hijo usa tu ordenador o móvil, que existan cuentas separadas con permisos limitados.

Usar Internet en grupo puede ser divertido, pero hay que poner barreras para que nadie acceda a lo que no debe.

Comprar por Internet de forma segura

Hacer compras online es casi inevitable hoy en día. Pero ojo: no cualquier web es segura.

Consejos para todos:

  • Asegúrate de que la URL empieza por https y que aparece un candado (aunque ojo: el candado no es garantía absoluta).
  • Utiliza métodos de pago seguros: tarjetas con protección antifraude, plataformas tipo PayPal o similares que añadan una capa intermedia.
  • No guardes tus datos bancarios si no es necesario (muchas webs ofrecen “guardar para futuras compras”, pero puede implicar riesgo).
  • Usa redes privadas (no WiFi público) cuando efectúes compras. Si estás en una red pública, usa VPN.
  • Verifica opiniones de otros usuarios antes de comprar. Si algo suena demasiado bueno para ser cierto, probablemente lo sea.
  • Guarda capturas o correos de confirmación: pueden servirte si necesitas reclamar.
  • Mantén actualizado tu dispositivo (sistema operativo, navegador, antivirus) para que no haya vulnerabilidades explotables.

Precauciones al compartir datos personales con desconocidos

Amigos, conocidos de redes sociales o personas que acaban de aparecer en el chat: la regla vale para todos. No compartas datos a la ligera.

  • Nunca reveles datos muy sensibles (DNI, número de cuenta, contraseña, dirección exacta).
  • Si alguien pide tu información “para ayudarte” o “hacerte un favor”, desconfía.
  • En foros o chats públicos, oculta datos personales, usa alias o sobrenombres.
  • Si te proponen intercambio de datos o información (fotos, documento), pide garantías: ¿por qué lo necesita?, ¿qué hará con ello?
  • Si alguien intenta extorsionarte con datos que tienes en común (o fotos privadas), busca ayuda legal o de las autoridades.

También, antes de rellenar formularios online con datos, revisa la política de privacidad del sitio: qué harán con tus datos, cuánto tiempo los guardarán, con quién los compartirán.

Conclusiones y recomendaciones prácticas

Ya hemos recorrido mucho terreno. Ahora, lo esencial: medidas concretas que puedes adoptar hoy mismo:

  • Haz un “inventario digital”: anota en qué servicios tienes cuenta, qué datos contiene cada una y revísalas de vez en cuando.
  • Usa un gestor de contraseñas + activa 2FA siempre que puedas.
  • Establece horarios o días sin pantalla para ti y tus hijos.
  • Revisa la configuración de privacidad de redes sociales (quién puede ver tus publicaciones, quién puede enviarte mensajes, etc.).
  • Haz compras online solo en sitios seguros (https, reputación, métodos de pago fiables).
  • Nunca compartas datos sensibles con desconocidos ni aceptes demasiado rápido.
  • Mantén tus dispositivos actualizados y usa antivirus, firewall, VPN si es necesario.
  • Educa a los menores: habla con ellos, explícales riesgos y razones, no solo normas.
  • Si algo sucede (filtración, hackeo, acoso), recopila evidencia (capturas, correos), contacta con el servicio, y si procede, haz una reclamación o denuncia ante la autoridad correspondiente (APDCAT, AEPD).

Vivimos en un mundo digital donde nuestros datos valen. Protegerlos no es paranoia: es actuar con sentido común y control. Cuanto más consciente estés de lo que compartes (y con quién) más difícil será que alguien abuse de esa información.